Algunos países cancelaron sus exámenes de admisión, otros, los han dejado como opcionales, dejando a millones de estudiantes con la incertidumbre sobre su proceso de admisión.
A más de un año desde que comenzaron a registrarse los primeros casos del coronavirus fuera de China y sin una fecha prevista para el fin de las cuarentenas, restricciones y un regreso a la “nueva normalidad”, las universidades alrededor del mundo se enfrentan no solo con las dificultades que implica la continuidad académica durante estas circunstancias extraordinarias sino también al problema de cómo realizar el proceso de admisión a la universidad en tiempos de pandemia.
Desde el 2007, todos los colegios comunitarios y las universidades de Estados Unidos requieren el resultado de la Prueba de Aptitud Académica (SAT por sus siglas en inglés) o la Prueba Universitaria Americana (ACT por sus siglas en inglés) como parte de una solicitud de admisión. Debido a la pandemia, los encargados de estas pruebas han tenido que cancelar sesiones de preparación para las pruebas y cambiar exámenes a fechas posteriores. Como resultado, en muchas universidades se ha eliminado el SAT como requisito para ingresar a estas instituciones.